Rodi te propone los diez puntos básicos para ahorrarnos un poco de dinero en el presupuesto destinado al coche. Como veréis, en algunos se busca el ahorro instantáneo, y en otros, asegurar una pequeña inversión que nos llevará a un ahorro final mucho más interesante.
1. Conducción Eficiente
Probablemente sea uno de los puntos con el que más dinero nos podemos ahorrar y en el que más intervenimos. Además, este es un punto a tener en cuenta tanto si tienes un coche nuevo y de última generación, como si tienes un clásico. El secreto consiste en practicar una conducción en la que se aproveche el mejor régimen del par motor posible, sin subir innecesariamente de vueltas. También hay que evitar al máximo posible los cambios a marchas inferiores. Y llevar el máximo tiempo posible el pie fuera del pedal del acelerador. Cuanto menos tengas el pie sobre él, más combustible ahorrarás, aunque sea para mantener velocidades de crucero.
Hay que evitar la conducción de aceleración y frenazo y las reducciones han de ser lo más suaves posible para aprovechar todo el freno de motor posible, sin tener que abusar de los frenos, que también se desgastan y hay que cambiarlos.
2. Cuida el Apartado Eléctrico
Los coches modernos tienen unos alternadores altamente eficaces, pero el castigo al que se someten las baterías en el de arranque es bastante importante. Por ello, es recomendable que, antes de arrancar el motor, te asegures de que las luces, el climatizador y los calefactores de vidrios están apagados y evita las puertas abiertas y las luces del interior encendidas. Si tu coche tiene sistema de Star&Stop, o arrancada y parada automática, no te preocupes por ellos, pues estos sistemas no actúan si el equilibrio entre carga de batería y necesidades eléctricas del motor de arranque no son las idóneas.
3. Presión de los Neumáticos
Además de afectar la seguridad, la presión inadecuada en los neumáticos puede afectar de dos formas: unas ruedas con una presión inferior tienen más contacto con el suelo, y eso deriva en un mayor rozamiento y un mayor gasto de combustible que si se circulara con la presión adecuada. Además, circular con estas presiones lleva a un desgaste superior y anómalo del neumático, con lo que su vida útil se reduce drásticamente.
Esto mismo ocurre si has pensado poner más presión a las ruedas para evitar “tanto rozamiento” y ahorrarte algo en combustible. Si lo haces, estarás desgastando innecesariamente y defectuosamente los neumáticos, y lo que es peor, estás reduciendo la capacidad de adherencia, con lo que tu seguridad está en juego.
4. Estado de los Neumáticos
El estado de los neumáticos también influye en tu seguridad y posibles consecuencias posteriores. Recuerda comprobar la profundidad del dibujo (mínimo 1,6 mm), y vigila su antigüedad. Si tus neumáticos tienen más de cuatro años y aunque no hagas kilómetros, deberías asegurarte de que no se han cristalizado con el tiempo. Además, un mal estado de los neumáticos puede conllevar multas de tráfico. ¡Cambiar los neumáticos a tiempo es una buena manera de ahorro en tu coche!
5. Limpiaparabrisas
Es importante revisar el estado de los limpiaparabrisas, pues si están viejos, además de afectar directamente a nuestra visibilidad en los días de lluvia, pueden llegar a arañar el propio vidrio. Por otro lado, ante la presencia de hielo o nieve, ten la precaución de no utilizarlos hasta la completa limpieza del parabrisas: de lo contrario, nos quedaremos sin escobillas muy pronto. Además, puedes seguir estos consejos para limpiar tu coche.
6. Ponte a Dieta
Cuanto más peso lleves en el coche, más vas a gastar. ¿Te has parado a pensar cuantas cosas innecesarias llevas en el maletero o repartido por todo el interior de tu vehículo? ¿Utilizas esa baca que tienes montada? ¿El portabicicletas? Todo contribuye al desgaste del vehículo. Rodi te recomienda el siguiente blog: Cómo distribuir las cargas dentro de tu Coche.
7. Precaución con el Turbo
Si tienes un turbodiésel de los de antes, ya sabrás que el motor no se ha de parar inmediatamente tras hacer un viaje en el que se le ha exigido. Estos coches no tenían un sistema de refrigerado automático que continuara lubricando el eje del turbo, y eso con el tiempo quería decir que se carbonizaba y deterioraba. Actualmente, muchos motores sí cuentan con esta posrefrigeración; sin embargo, es de vital importancia seguir respetando los periodos de calentamiento y enfriamiento del motor, pues además de sufrir el bloque motor, los alabes y aletas del turbo también sufren enormemente. Si lo tienes y estás haciendo una ruta, ahora sí es el momento de desconectar el Star&Stop. Así evitarás recalentar el conjunto al parar en el peaje o en la gasolinera.
8. ¿Tu Seguro es Fiel?
Parece mentira, pero cuanto más fiel eres a una compañía de seguros, menos cuidan los presupuestos. Cuando se acerque el periodo de renovación, hay que hacer el ejercicio de buscar diferentes ofertas y, evidentemente, apostar por la que más nos interese, incluso aunque no queramos cambiar de compañía. Si encontramos alguna con las mismas condiciones o más barata, podemos tentar a nuestro seguro con la fuga a la competencia. Ya verás cómo, curiosamente, acaban de presentar una oferta que “iguala o mejora las condiciones actuales por ser buen cliente….”.
9. La Oferta y la Demanda en Combustible
Busca la gasolinera que te haga mejor precio, que las hay, y además pueden existir importantes variaciones en el precio. Si vas de viaje, reposta allá donde veas camiones y taxistas haciendo lo propio. Tal vez no sea la más barata, pero seguro que tampoco será el peor negocio de la zona.
10. ¿Realmente Necesitas coger el Coche?
Parece una tontería, pero mucha gente aún sigue utilizando el vehículo para hacer pequeños desplazamientos que se podrían hacer andando. ¿Es necesario ir a por el pan o a por el periódico en coche? No utilizar el coche si no es necesario lógicamente ayuda al ahorro.