Cada época del año tiene sus características y afecta nuestra conducción de forma diferente. El humo de la ciudad y de los tubos de escape, el polen y las esporas en primavera. Para combatir estos agentes externos y nocivos que pueden poner en peligro no sólo tu salud, sino también tu seguridad, existe un componente especialmente diseñado para ello: el filtro de habitáculo.
¿Qué son los filtros de habitáculo?
El filtro de habitáculo, aunque no es tan conocido como el filtro de aceite o el filtro de combustible, es un componente muy importante de nuestro vehículo, pues tiene una incidencia directa sobre el conductor y los pasajeros del vehículo. Es el encargado de filtrar las partículas de polvo, polución y otros gérmenes y evitar, como muy bien indica su nombre, que éstas lleguen al interior del habitáculo.
Apenas un 25% de la población que sufre alergias inicia un tratamiento para combatirlas de manera adecuada. Entre las medidas que debemos tomar a la hora de prevenir malestar al volante está la del correcto mantenimiento del filtro de habitáculo.
¿Qué consecuencias puede tener una alergia al volante?
- Estudios realizados al respecto indican que un estornudo durante la conducción a 90 km/hora implica la pérdida del control del vehículo durante unos 30 metros.
- Las alergias que afectan a los ojos suelen producir una pérdida de atención en la conducción y, por supuesto, una merma en la visibilidad.
- En casos extremos, algunas alergias pueden provocar asma, cuya falta de aire puede llegar a paralizar por completo al conductor.
- La ingesta de alcohol puede aumentar los efectos sedantes de las medicinas que se toman para evitar una alergia.
Recomendaciones Rodi Motor Services
- Es importante mantener tu filtro de habitáculo en perfectas condiciones, sobre todo si tienes que realizar trayectos largos.
- La disminución repentina del rendimiento del aire acondicionado o una sensación de ahogo y/o sofoco pueden ser avisos de que debes cambiar el filtro de habitáculo.
- Las personas alérgicas deben viajar con las ventanillas cerradas, evitando la exposición a algunas partículas que flotan en el ambiente.
- Las primeras horas de la mañana y el atardecer son los momentos más delicados para los alérgicos al polen, pues son las horas de mayor concentración.