El AdBlue es un sistema diseñado para reducir la emisión de partículas NOx presente en los gases generados por los motores de combustión diésel. Confeccionado con la intención de proteger el medio ambiente y la salud de las personas, el sistema AdBlue se plantea como la solución de la industria del automóvil para los coches diésel de nueva generación.
Es bien sabido que los motores de gasóleo no están pasando por su mejor momento. Tras el escándalo Volkswagen, el mercado del diésel se resiente más a cada mes que pasa. Sin embargo, los fabricantes no han dejado de apostar por esta tecnología buscando soluciones a sus principales inconvenientes medioambientales.
El AdBlue consigue solucionar, en parte, uno de los problemas más importantes: el efecto nocivo de la emisión de gases provenientes de la combustión del gasóleo para la salud de las personas. El motor de combustión diésel emite menos CO2 que un motor de gasolina, sin embargo, la cantidad de partículas en forma de óxido de nitrógeno (NOx) y benzopirenos que genera es mucho mayor. Ambos tipos de partículas son especialmente nocivas para la salud de las personas.
De los benzopirenos se encarga el filtro de partículas, un proceso diferente al del sistema AdBlue, y del cual hablaremos en otro artículo. El AdBlue se utiliza para solucionar el problema que suponen las partículas NOx. Estas no se pueden destruir, requieren de una reacción química que las transforme en partículas inocuas mucho menos perniciosas. El sistema AdBlue se encarga de realizar esta reacción gracias al uso de dos elementos: un compuesto químico y un catalizador.
Concretamente, AdBlue es el nombre comercial que recibe el compuesto químico. Este no es más que una disolución de agua con urea concentrada en un 33%. La urea es un elemento presente, especialmente, en la orina y el material fecal. El AdBlue no es un líquido tóxico, pero sí muy corrosivo. Su manipulación no es peligrosa, pero debe realizarse con precaución. Si entra en contacto con la tapicería del coche o la carrocería puede causar daños costosos de reparar.
¿Qué son las Partículas NOx y por qué son tan Peligrosas?
El símbolo NOx es una forma de referirse a una amplia multitud de partículas diferentes derivadas de la unión de moléculas de oxígeno y nitrógeno. Cada partícula tiene diversos efectos negativos que pueden afectar al medio ambiente, a la salud o a ambos. Estas partículas son:
- Óxido Nitroso (N2O): también se le conoce como el “gas de la risa”. Es un gas incoloro con un olor dulce y moderada toxicidad para el ser humano. Provoca un efecto anestésico y disociativo. Se utiliza comúnmente en fármacos anestésicos. Este gas no es inflamable ni explosivo, pero se usa en algunos casos en automoción de competición para sobrealimentar el motor y elevar su potencia gracias a su alto contenido en oxígeno. Este gas es altamente contaminante para el medio ambiente siendo uno de los principales responsables del calentamiento global, junto con el CO2 y el metano. Cada una de sus moléculas tiene el impacto medioambiental equivalente a 3 moléculas de CO2.
- Trióxido de Dinitrógeno (N2O3): es también un gas altamente inestable que al entrar en contacto con el aire puede convertirse en ácido nítrico y contribuir al efecto de la lluvia ácida.
- Monóxido de Nitrógeno (NO): es un gas tóxico e inestable que cuando entra en contacto en grandes cantidades de aire en la atmósfera puede convertirse en ácido nítrico produciendo con ello lluvia ácida.
- Tetróxido de Dinitrógeno (N2O4): es un poderoso gas oxidante, con altos niveles de corrosión y toxicidad para el ser humano. Se emplea en material militar y astronáutico para alimentar cohetes en combinación de otros combustibles.
- Dióxido de Nitrógeno (NO2): es el gas más abundante tras el proceso de combustión de los motores diésel y un contaminante frecuente en zonas urbanas. Es un gas tóxico, irritante, de color amarillento y causante de irritaciones graves en el sistema respiratorio. Junto con el tabaco es uno de los principales responsables del enfisema pulmonar. A nivel medioambiental es también uno de los responsables del fenómeno de la lluvia ácida.
- Pentóxido de Dinitrógeno (N2O5): a diferencia del resto de partículas, es un compuesto químico sólido de color blanco a temperatura ambiente. Al mezclarse con agua es altamente reactivo produciéndose ácido nítrico.
En los motores diésel de última generación la mayor parte de las partículas generadas son monóxidos y dióxidos de nitrógeno (NO y NO2). Al mezclarse estos con la solución urea del AdBlue se convierten en nitrógeno, agua y CO2. Es cierto que el CO2 es también uno de los principales causantes del efecto invernadero, pero su impacto es mucho menor en la atmosfera al ser menos agresivo que los óxidos de nitrógeno.
Cómo Funciona el Sistema AdBlue y el Catalizador SCR?
El combustible diésel es un hidrocarburo compuesto principalmente por hidrógeno, carbono y oxígeno. Tras ser procesado en la cámara de combustión del motor, el gasóleo genera como residuo partículas NOx, CO2, benzopirenos y H2O. Estas partículas circulan a través de los colectores salientes del motor directos hacia su expulsión por el tubo de escape. En un punto del trayecto, tras atravesar el filtro de partículas, entra en juego el AdBlue por medio del catalizador SCR (Catalizador de Reducción Selectiva).
Cada fabricante dispone de su propio sistema de catalizador. Todos actúan de una forma semejante. El AdBlue funciona principalmente como un aditivo, por tanto, requiere de un sistema que lo suministre para hacer uso de él. El catalizador es quien se encarga de esta función, pulveriza el compuesto AdBlue que a altas temperaturas genera amoníaco que se encarga de descomponer las moléculas de NOx en Nitrógeno, CO2 y agua. Obviamente los residuos resultantes son mucho menos nocivos para la salud y el medio ambiente que el NOx.
Llegados a este punto, ya podemos enumerar los componentes que forman el catalizador SCR y que se encargan de inyectar la solución urea, el AdBlue, a los gases previa expulsión. Estos son:
- El Depósito urea: dispone de una capacidad de entre 10 y 20 litros. Dependiendo del coche diésel puede durar más o menos kilómetros.
- El inyector de urea: se encuentra insertado en el tubo de escape del vehículo. Se encarga de pulverizar la urea y mezclarla con las emisiones del coche para que tenga lugar la reacción química que descompone las partículas contaminantes de NOx.
- Centralita de control: es un ordenador que se encarga de calcular en todo momento la cantidad de urea necesaria en función de la cantidad de gases emitidos por el motor. Esta centralita es la que controla en todo momento el nivel del depósito de AdBlue y notifica al conductor cuándo este se encuentra bajo de nivel.
Como es lógico el AdBlue es un compuesto que debe rellenarse cada cierto tiempo para que el vehículo continúe funcionando llevando a cabo este proceso de depuración de residuos. Es importante que si estás valorando adquirir un coche diésel de última generación compruebes si dispone de sistema AdBlue, ya que esta tecnología tiene importancia en el etiquetado medioambiental y las posibilidades de circular por ciudad sin limitaciones.
¿Qué Coches Diésel Emplean la Tecnología AdBlue?
¿Te has fijado alguna vez en los nombres que muchos coches montan en su carrocería? Nombres como BlueTec, EcoBlue, Blue+, BlueHDi, BlueMotion… y todos sus derivados compuestos con la palabra “azul” en inglés. Todos estos sistemas son, en realidad, la denominación propia que los fabricantes de coches han realizado para indicar que un modelo incorpora tecnología AdBlue.
Con la entrada en vigor de la normativa de emisiones Euro 6 en 2015, la Unión Europea se ha propuesto acabar con la emisión de partículas contaminantes derivadas del nitrógeno. Los fabricantes han tenido que adaptar sus modelos de coche diésel para poder adaptarse a esta nueva normativa siendo AdBlue la solución. No todos los vehículos de gasóleo cuentan con esta nueva tecnología, todavía existen pequeños turismos urbanos que se están comercializando sin sistema AdBlue y disponen de otro tipo de tecnología mecánica que les permite cumplir con la nueva normativa. Sin embargo, todo apunta a que con la llegada de la Euro 6.2 la totalidad de los coches diésel necesitaran funcionar usando AdBlue.
¿Cómo sé si el Depósito de AdBlue se está Agotando?
Todos los coches que cuentan con esta tecnología disponen de un testigo luminoso en el cuadro de mandos que, cuando el nivel de AdBlue se encuentra bajo, se enciende para informar al conductor. Este aviso es un indicativo de que se debe proceder a realizar una recarga del aditivo. Muchos fabricantes han diseñado sus sistemas AdBlue para que esta recarga coincida con los periodos de mantenimiento del coche, de esta forma puede efectuarse como un servicio más dentro del proceso de revisión periódica (cambios de aceite, filtros, pastillas de freno, neumáticos…)
Los fabricantes han diseñado sus sistemas AdBlue para que el repostaje del aditivo se efectúe cada 15.000 o 20.000 kilómetros. Sin embargo, este consumo puede variar entre diferentes modelos de coche y formas de conducir.
El testigo luminoso se enciende por primera vez cuando el depósito dispone de suficiente aditivo para cubrir como máximo 2000 kilómetros. Cuando el aditivo se encuentre por debajo de este nivel el testigo luminoso del coche empezará a parpadear y una vez llegue a estar por debajo de los 1000 kilómetros permanecerá encendido de forma permanente. Como se puede ver, se dispone de un margen considerable para realizar el repostaje sin complicaciones. ¿Y qué sucede si agota la reserva del depósito? El conductor no tendrá más remedio que repostar. Una vez el coche agota todas sus reservas de AdBlue está programado para no encender el motor al no encontrarse en las condiciones de circulación para las que fue homologado.
¿Dónde, Cómo y Cuánto Cuesta llenar el depósito de AdBlue?
El repostaje de AdBlue se puede realizar en diferentes lugares, la opción mejor y más cómoda es reservar cita en tu taller Rodi Motor Services más cercano. En Rodi ofrecemos el servicio de repostaje de AdBlue y nos encargamos de conectar tu vehículo a una máquina de diagnosis con la que reiniciar el intervalo de servicio del contador.
También puedes optar por realizar el repostaje tú mismo, aunque no podrás realizar el reinicio del intervalo de servicio. Algunas gasolineras disponen de surtidor AdBlue a disposición de sus clientes. A nivel técnico es abrir el tapón de relleno, conectar la manguera del surtidor y rellenar el nivel. Sin embargo, te aconsejamos que dispongas de la protección adecuada como guantes, gafas y agua para limpiar rápidamente cualquier superficie que pudiera entrar en contacto con la sustancia. Recuerda que el AdBlue es bastante corrosivo, por lo que si se derrama puede dañarte la carrocería o la tapicería. Según el coche, encontrarás el tapón de rellenado de AdBlue junto al del combustible, en el maletero o en el compartimento del motor.
Respecto a los precios, el AdBlue es un producto económico si se compara con el precio del gasóleo, su coste está en torno a los 6 céntimos de euro cada 100km. El precio de repostar un depósito de AdBlue se encuentra entre los 30€ y los 40€ dependiendo de la capacidad del depósito del vehículo.
Qué Ventaja ofrece un Coche Diésel que Dispone de Sistema AdBlue
La principal ventaja de disponer de un coche diésel con sistema AdBlue es que el vehículo se encuentra preparado para obtener una etiqueta medioambiental C, lo que en episodios de alta contaminación en ciudad no tendrá problemas para seguir circulando. Obviamente de esta ventaja se deriva una secundaria, seguramente la más importante, con tu coche diésel con AdBlue estarás contribuyendo con tu granito de arena a disminuir los niveles de contaminación ambiental que afectan especialmente a la salud de las personas.